Es el número 2 de Selecciones Marvel, y contiene los números 41 al 46 de Marvel Team-Up, fechados de Enero hasta Junio del año 1976. El guión es de Bill Mantlo, dibujo de Sal Buscema y entintado por Mike Esposito.
Y aquí tenemos otra aventura del trepamuros más famoso del mundo, codeándose con otros personajes, algunos más conocidos que otros, de la editorial Marvel.
Pues bien, todo empieza cuando a la Bruja Escarlata (mutante con los poderes de hacer variar la realidad), es atraída hasta el castillo del Doctor Muerte, donde tiene una máquina del tiempo. Ella es controlada mentalmente por Cotton Mather, el cual ha recibido un gran poder de un misterioso villano. Pues bien, aunque a la Bruja se la controle, su naturaleza mutante le permite hacer un llamamiento mágico en busca de ayuda. ¿Y a quien escoge? Pues a Spiderman. Este es atraído hasta el mismo castillo, y después son trasportados todos hasta Salem, en el año de la caza de brujas de 1692.
En el siguiente número, vemos como también la Visión (sintezoide con control de la densidad de su cuerpo y esposo en esos momentos de la Bruja Escarlata), ha ido hasta la máquina del tiempo y llega a tiempo de salvarles de ser apedreados. Sin embargo, el poder de Cotton y el de la muchedumbre son increíbles, y caen derrotados. Spiderman y Visión logran escapar, y se enfrentan a Mather y a su amo, el Jinete Negro.
En la tercera parte, se les une el Doctor Muerte (genio científico, poseedor de una poderosa armadura, y con conocimientos mágicos), y entre todos intentan derrotar al ser que lo ha orquestado todo. Y mientras esto ocurre, el Jinete Negro les cuenta que ha querido atraer a su era a la Bruja Escarlata y al Doctor Muerte para absorber su magia, y que los otros dos “invitados” sobran. Al igual que su poder, puesto que ninguno de ellos logra derrotarlo y caen.
En la cuarta parte, somos testigos del desenlace de la aventura en Salem, cuando Dragón Lunar (la sacerdotisa de la mente), es llamada por el poder de la Bruja Escarlata (que socorrido es ese poder a veces), y trasportada por el mismo poder hasta donde están los héroes. Uniéndose a todos ellos, logran derrotar por fin al maquiavélico Jinete Negro. Mientras todo esto ocurre, la caza de brujas que se desarrollaba en Salem continua su sangrienta matanza, y aunque Spiderman intentó evitar la muerte de Proctor y los suyos, no llegó a tiempo.
En la quinta parte, un Spiderman abatido intenta regresar en la máquina del tiempo (en el capitulo anterior los demás ya se habían marchado), pero debido a una fuerte tormenta se pasa de año y llega hasta el año 2019, donde lucha junto a Killraven contra los marcianos después de que estos lograran la invasión de La Tierra. Después del combate, intercambian un par de palabras y el trepamuros se marcha.
En la sexta y última parte, no llega a aterrizar tampoco en su año, y acaba en el 1990 de un mundo alternativo donde Deathlok combate contra unos zombies creados por Ryker para gobernar el mundo. Este Cyborg y Spiderman combaten contra una patrulla de esos zombies que van equipados con un cubo que transforma su odio en energía. Y después de la victoria, lo mismo de antes, un par de frases y el arañita se marcha.
Estos números fueron un éxito en su época, ya que no se limitaban a una historia en una o dos partes, sino que duraba más y mezclaba a más personajes. Amén de viajar atrás y hacia el futuro en el tiempo, que es algo que siempre ha llamado la atención.
Un correcto guión de Bill Mantlo, que no tiene tampoco mucho de especial al ser leído hoy día, y un dibujo de un Sal Buscema, que siempre se quedara detrás de su hermano, y que para mi su mejor trabajo lo realizó en el Thor de Walter Simonson.
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